Un día me levanté, fui a la cocina y me comí una galleta, y me hize diminuto... No me lo crei era una pasada, podia correr por la casa y no se acabava nunca. Y podía meterme por el abujero del ratón que tenía en mi casa, el ratón era listo tenía de todo queso, jamón, una naranja, tenía una cama echa con lata y una tela que hizo mi madre haze 2 años que la itulizava para taparse, peró menos mal que no está si no me fuese comido vivo. A las 3 o 4 horas se levantaron mi padre y mi madre, que fueron a la nevera a desajunar. Yo enpeze a gritar peró no me escucharon, parecía que no existiera para ellos.
A día siguente que había dormido en el armario,al despertar me encontre al ratón que me estava mirando, peró no me atacó era inocente le acaricie peró se revotava me llevó a su casa y medio de comer queso era muy bueno. Yo me arrepeni porque cuando era grande le pegé una patada y le puse trampas en la entrada de la casa, era un bruto.
Al día siguente el ratón me llevó a fuera de su casa para que me transformara en grande parecía que el ratón había puesto algo en mi galleta para que me diera cuenta que no era un animal asqueroso.
Cuando me hize grande mi madre me preguntó donde estava y le dije que me fui adormir a casa de un amigo.
Mi madre y mi padre se fueron a trabajar y me quede solo en casa, fui haber al ratón aber si estava en su casa.
El ratón salió de su casa y se suvió en la palma de mi manó le di u trozo de tarta y una manta pequeña que abrigava más que la que tenía.
I todos los dias lo mismo, no me aburriria nunca más.
Rubén
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