martes, 27 de noviembre de 2018

Las ruinas perdidas

Aquel fin de semana, cogí un avion y fui a visitar a mi tía abuela. Llegué a su casa y, cuando fui a la habitación, vi algo extraño en la estantería...

En la estantería, en el segundo estante, encontré unos cuantos huesos pequeños junto a una carta y una especie de mapa. La carta era antigua, ya que el papel estaba desgastado y como si estuviera quemada en una hoguera. La carta decía lo siguiente: "Estoy emprendiendo un viaje hacia una zona remota de África en busca de unas ruinas ocultas,es un viaje peligroso, pero me acompaña un viejo amigo de expediciones. PD: con cariño, la tía abuela". Mi tía abuela antes de su jubilación, lo poco que pudo estudiar,consiguió descubrir una profesion que realmente le gustase. Cuando era pequeña, el dinero le escaseaba en la familia y, una vez, gracias a la curiosidad, encontró un botijo antiguo de la edad románica. A raíz de eso, se interesó por el tema y yo también. Cuando nací, me quedaban muchos días en casa de mi tía abuela y me contaba sus historias y por lo que veo está volviendo a hacer algún recado pendiente. Espero que le vaya bien, pero prefiero ir a  ayudarla y descubrir mundo, así que iré a ayudar...

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