Decidimos ir de viaje a las islas galápago, fuimos con el coche asta el crucero que nos esperaba y lo dejemos en el parkin.
Yegamos a el crucero nos tiremos unos días, hasta que de repente se empezó a escuchar un ruido muy fuerte en el barco, nos advirtieron que nos pusiéramos los salvavidas.
Nosotros muy asustados nos lo pusimos corriendo, al final el barco se undio y acabemos en una isla.
La isla estaba desabitada, solo estábamos yo, mi hermano, mis padres y unos pasajeros que estaban en el barco.
Yo y mi familia nos fuimos a explorar la isla, y había un camino que conducía a una cueva.
Entremos en la cueva y decidimos pasar hay la noche, fuimos hacia el agua y busquemos nuestras cosas.
Fui corriendo haber si estaba mi móvil, lo encontré pero del agua y de todo se había roto.
Solo encontré mi chaqueta de la suerte.
Nos fuimos para la cueva otra vez y de camino vimos un río pequeño, yo y mi hermano fuimos corriendo a beber agua, pero estaba lleno de pirañas. Las pesquemos y con eso pudimos comer.
Tuve un pensamiento de tristeza porque sabía que de hay no podíamos salir.
Tenia mucho sueño y me puse a dormir, cuando de repente note como algo me tocaba y sentí un escalofrío, me giré y era una pluma preciosa de algún pájaro estraño que había rondando por ahí.
Nos despertemos y mi hermano pensó en seguir el río hacía abajo para haber si había alguien, a lo lejos vimos muchas cabañas, decidimos ir era una tribu muy estraña.
Me dio mucha alegría porque pensé que si habían habitantes podríamos salir de hay.
Habían palmera gigantes que debajo de ellas habían niños tomando la sombra, nos acogieron muy bien.
Había uno de la tribu que a pesar de lo primitivos que eran hacían magia para entretenernos, empezó a oscurecer y miremos hacia arriba y había una gran estrella que alumbraba toda la isla.
Al final podíamos salir de hay y todo quedo en un susto.
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